Recuerdo que por el verano de 2012, poco antes de acceder al grado de Arqueología en la UB y muy entusiasmado con todo lo relacionado al arte y la historia, estalla la noticia que a todos los del ámbito de las humanidades nos provocó indignación y al mismo tiempo nos provocó más de una carcajada. Se trataba de la obra de Elías García Martínez (1858 - 1934), pintor español autor original del Ecce Homo de Borja, municipio ubicado en la localidad española de Zaragoza.
Específicamente la obra de García Martínez, o mejor dicho lo que queda de ella, se encuentra en una de las paredes del Santuario de la Misericordia en la localidad de Borja, y ese verano de 2012 fue víctima de una restauración fallida a manos de una vecina octogenaria del municipio llamada Cecilia Giménez.
Cecilia Giménez cuenta que ella llevaba restaurando la obra desde ya hacía tiempo atrás con bastante éxito, sin embargo tras ese fallido desenlace la obra tomó relevancia internacional. El periódico The Guardian lo definió como "Monkey Christ" o "Potato Christ", cuestión que se ha convertido en un fenómeno social y en un ícono del arte pop a nivel internacional.
Cuantos de nosotros no hemos visto una imagen del ahora llamado "Ecce Mono" transformado en un objeto de burla, un meme y hasta una atracción turística. Se podría decir que este hecho transformado en fenómeno mediático se puede comparar con la famosa historia de 3M, un error convertido en acierto, cuando la compañía creo los post-it tras un error en la fórmula del pegamento que resulto en una mezcla que no conseguía fijar correctamente, de manera que logró reinventarse en un producto muy utilizado hasta la actualidad. Lo mismo se podría decir del error del Ecce Mono, que acabó siendo un acierto para el turismo de Borja, y que hasta la fecha a cuadriplicado su volumen turístico. Muchos de sus visitantes asisten para contemplar el desparpajo facial del Cristo de García Martínez, y de paso comprar souvenirs con el motivo del actual Ecce Mono estampado.
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