martes, 22 de octubre de 2013

Los Reptilianos

Los Reptilianos según el ideario cosmogónico contemporáneo, serían algo así como una especie de humanoide reptil extraterrestre, los cuales estarían estrechamente relacionados con las élites financieras, políticas y militares con el objetivo de controlar y establecer un orden mundial. Como fenómeno folk se ha ido popularizando en los últimos años gracias al uso de la internet, no obstante, ya venía cogiendo inercia desde el archiconocido caso Roswell en Julio de 1947, año en el cual se considera que comienza la historia de la ufología moderna. Por otra parte, los escépticos creen plausible la hipótesis de que tal caso Roswell, solo fueran los restos del vuelo Nº4 del Proyecto Mogul. Este proyecto iniciado en 1947 en los Estados Unidos, consistía en elevar una serie de globos a gran altura, con el objetivo de recabar información acerca de las pruebas nucleares realizadas por la Union Soviética, utilizando las ondas sonoras producidas en la atmósfera como resultado de las explosiones.

Supuesto reptiliano bajo un disfraz
humano infiltrado en el gobierno norteamericano

Ahora bien, ¿De qué estamos hablando? ya se lo que estas pensando, pero antes de que quieras dejar de leer este artículo, si solo por un momento advirtiéramos que existen 400 mil millones de estrellas solo en nuestra galaxia y si solo una de cada millón de esas estrellas tuviera un planeta, y si un planeta de cada millón tuviera vida, y si de esa vida una de cada millón fuera inteligente, existirían literalmente millones de civilizaciones. O algo así expresaba la doctora "Ellie" Ann Arroway interpretada por Jodie Foster en la película homónima de la famosa novela de Carl Sagan Contact. Efectivamente se estima que el numero total de estrellas oscilaría entre unos 200 a 400 mil millones solo en la Vía Lactea. En efecto, lo queramos aceptar o no, la vida podría ser un fenómeno extremadamente común en el universo. 

Francamente, aunque parezca completamente ridículo que las élites mundiales puedan tener una relación con estas supuestas entidades, no es tan ridícula la posibilidad de que dichas entidades hayan existido antes que nosotros, es decir, que hace mas de 65 millones de años antes del presente, dinosaurios con las características necesarias para efectuar un gran salto evolutivo, hayan desarrollado una inteligencia potencialmente racional. 

Existen estudios y teorías acerca de posibles adaptaciones evolutivas antropomorfas en saurios terópodos como es el caso del famoso Troodon. Este dinosaurio de la familia Troodontidae existió durante el Cretácico superior hace unos 75 o 70 millones de años antes del presente. Troodon era un terópodo trodóntido perteneciente a la familia de los dinosaurios terópodos maniraptores; es decir, poseía una sinapomorfia o novedad evolutiva que le proveía de brazos y manos alargadas con garras, quizá, una de ellas fuera oponible. En este sentido, nuestro dinosaurio bípedo maniraptor, sería clado o rama del arbol filogenético de los terópodos celurosaurianos, los cuales, algunos de ellos omnívoros tendrían características como: un sacro o serie de vertebras mas largas que se unen a la cadera, cola rígida, una ulna o cúbito inclinado, y una tibia mas larga que el fémur, además el Troodon, poseía una visión estereoscópica y un tamaño que rondaría los dos metros de largo por uno de alto, pesando aproximadamente entre unos 27 y 45 kg. 

Dalle Russell es un Paleontólogo canadiense conocido por ser uno de los primeros en plantear el origen extraterrestre de la desaparición de los dinosaurios (meteorito), además, por haber descubierto en 1969 un cráneo de Sténonychosaurio (Troodon). El tamaño del cráneo era inusualmente grande en relación al tamaño del cuerpo, presentando marcas en la cavidad interior del cráneo, lo cual indicaría la existencia de una gran cantidad de circunvoluciones neuronales, producto de un  aumento en la superficie cerebral, lo cual indicaría una mayor capacidad de procesamiento de información y por tanto quizá, mayor inteligencia. Los restos de este dinosaurio bípedo fueron descritos en 1969 por Russell, que por aquel entonces se desempeñaba como paleontólogo del Museo de Ciencias Naturales de Canadá, quien en 1982 esculpió junto a Ron Seguin su propuesta evolutiva, la cual denominaría Dinosaurido, o como otros famosamente prefieren llamar "Homo Saurus"

Izquierda "Homo Saurus"
Derecha "Sténonychosaurio" (Troodon)

Hombrecillos verdes

No es extraña la similitud con los famosos hombrecillos verdes que tan famosos en los relatos de abducciones y encuentros cercanos que inmortalizó la industria cinematográfica durante la segunda mitad del siglo XX. A diferencia de los 90' cuando el boom de las películas de catástrofes y conquistas alienígenas estaba en su punto mas álgido, el público en general tendía a consumir de forma asidua este tipo de historias, multiplicando así el interés y la variedad de las mismas. Por aquel entonces, los científicos se mostraban reticentes a considerar que la vida era un fenómeno mucho mas abundante en el universo de lo que en la actualidad ya se comienza a sospechar. Hoy en día, en plena segunda década del siglo XXI, estas ideas no serían tan descabelladas para científicos que se aventuran en campos relativamente recientes como el de la astrobiología, no obstante para el público común, aún ni siquiera sería una estupidez, sino una pérdida de tiempo.

Zecharia Sitchin
La historia acerca de "hombrecillos verdes" comienza a complicarse aún mas, cuando se sugiere la posibilidad de que estas entidades podrían haber interactuado con algunas de las varias culturas humanas que existieron en la antigüedad. El licenciado en Historia Económica de la London School of Economics, Zecharia Sitchin, propone una serie de teorías que sugieren la existencia del "astronauta antiguo", las cuales son rotundamente rechazadas por la ciencia oficial, puesto que según afirma la comunidad científica, las publicaciones de Sitchin carecerían de toda metodología.

Según las "traducciones" y las interpretaciones realizadas por Sitchin, una multitud de tablillas sumerias en varios museos del mundo, serían la prueba contundente de la no muy conocida teoría denominada "astronauta antiguo", la cual plantea que seres extraterrestres serían responsables del inicio y evolución de la especie humana, a través de la ingeniería en la intervención genética sobre australopitécidos.


Ahora bien, ¿de qué seguimos hablando?, en realidad lo paradigmático del asunto, no radica en que si somos o no producto de la ingeniería genética o que si dios es un extraterrestre o no, como defendería el famoso "diseño inteligente" (creacionismo), sino que el problema de estas teorías de exogénesis humana y otras conspiracionistas, radica en que suelen fundamentar y explicar sus hipótesis a través de los vacíos teóricos y los fallos metodológicos de la ciencia oficial, para así reafirmar sus ideas que son aún mas difíciles demostrar a través del método estándar.

Por otra parte, existen otros personajes influyentes dentro del mundo de las teorías conspiracionistas, como es el caso del escritor y conferenciante británico David Vaughan Icke, quien afirma en sus publicaciones que el mundo estaría controlado por unos pocos magnates y otro tanto de sociedades secretas como la de los supuestos Illuminati, quienes actuarían conjuntamente con extraterrestres reptiloides, los cuales ejercerían el control sobre la humanidad desde los albores de esta. 


¿Solo un reptil inteligente?

Como fuere, es curioso e interesante advertir que los dinosaurios desaparecieron al final del Cretácico superior, aproximadamente hace unos 65 millones de años a.p., en un evento astronómico devastador. Un meteorito de unos 10 km de diámetro aprox. chocó al sur de lo que hoy conocemos como península del Yucatán, provocando la extinción masiva de dinosaurios, donde otras formas de vida mamífera vieron su renacer. Esto último nos recuerda que siempre sobrevive a las catástrofes naturales aquellas especies menos especializadas las cuales logran ahorrar energía adaptándose a situaciones adversas. Por esta razón, es probable que la cuestión concerniente al ahorro energético sea el primer factor necesario para que una especie pueda destinar tales recursos al desarrollo de un cerebro proporcionalmente mas grande, o bien, mantener un cuerpo lo suficientemente pequeño como para poder destinar cierto excedente energético en el proceso de cefalización.

Hoy se sabe que los dinosaurios no eran aquellos animales medio brutos con grandes cuerpos y cerebros pequeños. Las especies que mayor probabilidad pudieron haber desarrollado comportamientos sociales complejos puede haber sido la clase Sauropsida, del suborden Theropoda, emparentados con las aves actuales. Como anteriormente decíamos, entre los mas interesantes de estudiar se encuentra el famoso Troodon. Este dinosaurio existió entre hace unos 70 o 75 millones de años aproximadamente, mientras que el suceso el cual puso final a los dinosaurios se manifestó recién a finales del cretáceo superior hace unos 65 millones de años a. p. 

Ahora bien, desde los 75 hasta los 65 millones de años a. p., existen 10 millones de años en los cuales puede haber sucedido cualquier fenómeno evolutivo, incluso el desarrollo de inteligencia racional. A su vez y como mero ejercicio comparativo, si consideramos nuestro proceso evolutivo como ejemplo temporal, notaremos que nuestra separación del tronco común que nos unía a los monos antropoides sucedió aproximadamente hace unos 6 o 7 millones de años a. p., entonces; ¿Como podríamos excluir a un reptil que podría haber presentado las condiciones necesarias para dar un salto evolutivo antes de la extinción de toda su clase? Si pensamos por un minuto ¿que se necesita para desarrollar cultura o algún tipo de comportamiento protocultural? esta pregunta es el quebradero de cabeza de muchos antropólogos y/o arqueólogos interesados en la relación existente entre biología, lenguaje y tecnología, sin embargo, en este articulo simplificaremos la cuestión en esta categoría: Un cerebro capaz de procesar información simbólica, comportamiento social que potencie y retroalimente estas capacidades, aparato fonador complejo, miembros libres o extenciones que le permitan transformar la materia a voluntad, además de un entorno lleno de problemas donde sea posible una conducta cooperativa entre individuos por un fin común.


Ahora bien, nuestra especie Sapiens, existe desde hace unos 300 a 200 mil años, esto significa que nuestra prehistoria e historia como especie, solo corresponderían aproximadamente al 10% del total, desde que los últimos homínidos evolucionaron a especies previas al género homo hace unos 2,4 y 1,9 millones de años, es decir; en teoría habríamos bajado del árbol hace unos 10 millones de años, para comenzar a ponernos de pie hace unos 6 o 7 millones y perfeccionar el diseño locomotor de bipedestación hasta hace unos 2,5 millones de años. En tan larga escala temporal, es bastante desalentador seguir pensado que somos la única clase (mamíferos) que pudimos haber desarrollado inteligencia racional sobre la tierra.

No se puede negar que por lo menos aquí en la tierra, la inteligencia se puedo haber manifestado previamente en otras clases. Ahora bien, las conductas sociales requieren de un lenguaje determinado y una dinámica de retroalimentación, en la cual se desarrollaría una cognición simbólica consensuada entre individuos integralmente inteligentes. Hasta aquí todo muy bien desde el punto de vista antropológico social, sin embargo, desde la perspectiva biológica se consideraría que el gen y proteína FoxP2 estaría estrechamente relacionada con el lenguaje en seres humanos, igualmente se ha sugerido que en determinadas aves el gen podría contribuir a la plasticidad del canto. 

De esta forma se podría tener en cuenta las condiciones y los requisitos necesarios para el desarrollo de dichos mecanismos de retroalimentación: un cerebro adecuado para procesar tal información simbólica y aditiva, además de poseer los canales adecuados y la configuración necesaria entre los conductos aeróbico y digestivo, como también una intensa actividad social que a través del uso entre individuos, fuera desarrollando un aparato fonador especializado. 

Como fuere el caso, los dinosaurios terópodos guardarían una relación evolutiva con las aves actuales, los primeros incluso, ya podrían haber poseído plumas, sangre caliente y por que no plasticidad en su forma de comunicación. Lo cierto es que en nuestra memoria, ya sea cultural o por que no, en nuestra memoria genética pueda estar alojado un remanente conductual en respuesta a un arquetipo depredador a modo de "Homosaurus" o Troodon manirraptor, que en su momento pudo haberse alimentado de pequeños roedores y protoprimates de visión estereoscópica, nuestros antepasados comunes que de alguna manera ya se sentían parte del menú.

De esta manera, solo podemos concluir que la visión extraterrestre de los "reptilianos" quizá sea desacertada no por una cuestión de probabilidades de vida en el universo infinito, sino mas bien por un error de enfoque, puesto que las probabilidades de que haya existido una especie inteligente anterior a la nuestra, serían exponencialmente mas altas que las previstas en un eventual contacto extraterrestre, por ello, tendría mayor sentido considerar que de "existir" o haber existido tales "entidades reptilianas", estas hayan sido mas bien propias de la tierra y no de otro sistema solar.

Ahora bien, el problema surge cuando somos conscientes de que la arqueología solo reconoce como verdaderos aquellos hechos que son demostrables, por esta razón, al no existir retos fosilizados de dichas entidades posiblemente "humanoides", sería imposible corroborar e incluso extremadamente difícil sugerir su existencia. En simples palabras, solo podría existir una respuesta biológico-psicológica al frenómeno del mito, pero no empírica al respecto, por ello el caso por una parte queda cerrado y por otra abierto a la espera de nuevos descubrimientos que puedan corroborar un proceso de evolución continua donde se aporten mas datos acerca de los factores y características fisiológicas necesarias en el desarrollo de la inteligencia en terópodos.